Su bienestar empieza mucho antes de nacer
Capìtulo 5 - Madres informadas y bien asistidas
El acceso a conocimientos correctos y a una información que sea respetuosa con las decisiones personales tiene efectos concretos y evaluables sobre la salud de la embarazada y del bebé que está en camino. La evidencia científica demuestra que las futuras mamás que reciben una información adecuada por parte del personal sanitario y están implicadas en las decisiones sobre la gestión de su embarazo recurren a la cesárea con menor frecuencia, ponen en marcha la lactancia materna precoz con mayor frecuencia (en las dos primeras horas desde el nacimiento), la prolongan durante más tiempo (más allá de los cinco meses) y la probabilidad de que tengan que llevar a sus hijos al hospital por cualquier razón en el primer año de vida es menor.
En una época en la que las embarazadas se enfrentan a mensajes alarmistas de todo tipo, falsos mitos, injerencias no pedidas, y quizás están sometidas a un exceso de prácticas asistenciales no necesarias, la información basada en pruebas de eficacia demostrada se convierte en un valioso instrumento de promoción de la salud, un instrumento que sirve a las futuras mamás para tomar decisiones informadas sobre la base de sus necesidades y sus preferencias, y después de haberlas puesto en común con los profesionales que las asisten. En este sentido, la mujer se convierte en la protagonista activa de su embarazo y su parto. Los profesionales sanitarios la informan, la acompañan y la aconsejan, pero las decisiones son suyas.
¿Cuáles son los profesionales que acompañan a las futuras mamás durante el embarazo? En España, el 81,1% de los partos son atendidos en la red del SNS (Sistema Nacional de Salud), quedando el 19,9% para la sanidad privada (18). Todas las mujeres aprecian la continuidad, es decir, tener la posibilidad de que el seguimiento del embarazo, el parto y el posparto sea realizado por la misma persona, con la que se establece una relación de confianza. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirma que la continuidad es beneficiosa para la salud (19). Se asocia a una menor incidencia de ingresos durante el embarazo, a un menor recurso a la instrumentalización del parto, como el uso de ventosa, así como a una mayor frecuencia de la lactancia materna y una mayor satisfacción de la mujer y de su pareja (20).
Además de continuada, la asistencia debe ser personalizada, adaptada al núcleo familiar y diversificada en función del riesgo. Debe comprender un recorrido de exámenes e intervenciones diagnósticas diferente en función de si el embarazo es fisiológico o si se dan complicaciones debidas a patologías o riesgos. Gestionar todos los embarazos como si fueran de alto riesgo, apelando al principio de precaución, comporta una serie de gastos injustificados que, a menudo, corren por cuenta de la familia, así como una mayor probabilidad de intervenciones inadecuadas.
La figura profesional competente para cuidar de una mujer sana en el transcurso de un embarazo de bajo riesgo es la matrona, cuya función es acompañar y favorecer la fisiología, pero estando preparada y equipada para intervenir en caso de que se produzcan señales de patología o de riesgo y, en caso necesario, implicando a la figura del ginecólogo u otros especialistas. Este modelo asistencial cuenta con el visto bueno de la Organización Mundial de la Salud: la embarazada supervisada con un enfoque personalizado y con continuidad durante el embarazo, el parto y el puerperio por una única matrona o por un pequeño grupo de matronas con las que haya establecido una relación de confianza (con la posible intervención por parte del ginecólogo o de otros especialistas en presencia de complicaciones) tiene una menor probabilidad de ser ingresada en el hospital durante el embarazo, o de requerir intervenciones médicas, como el uso de la ventosa, la cesárea o la episiotomía. Además, demuestra un mayor grado de satisfacción y sensación de control. En nuestro país, la asistencia de la matrona durante el embarazo es gratuita en la sanidad pública.
(17) M. Grandolfo, S. Donati, A. Giusti, “Indagine conoscitiva sul percorso nascita, 2002. Aspetti metodologici e risultati nazionali”, Centro Nazionale di Epidemiologia, Sorveglianza e Promozione della Salute – Istituto Superiore di Sanità, 2003
(18) “La salute riproduttiva della donna”, ISTAT, 2017
(19) “Recommendations on antenatal care for a positive pregnancy experience”, WHO, 2016
(20) “Linee di indirizzo per la definizione e l’organizzazione dell’assistenza in autonomia da parte delle ostetriche alle gravidanze a basso rischio ostetrico”, Comitato Percorso Nascita Nazionale, Ministero della Salute, 2017
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