El mejor alimento desde el principio
Capìtulo 5 - Una ayuda profesional para darte confianza
Dar el pecho es una función fisiológica del organismo materno, y raramente se dan problemas de salud en la mujer o en el niño que la hagan imposible. En concreto, son muy pocos los casos en los que la mamá no tiene leche suficiente para alimentar a su bebé. Sin embargo, más de un tercio de las mujeres que, en los tres meses posteriores al parto, se pasan a la leche de fórmula aseguran hacerlo porque no producen suficiente leche, poniendo de manifiesto un problema de desinformación y de falta de confianza en su capacidad, además de contar con un apoyo inadecuado.
Son muy pocos los casos en los que la mamá no tiene leche suficiente para alimentar a su bebé. Sin embargo, más de un tercio de las mujeres que, en los tres meses posteriores al parto, se pasan a la leche de fórmula aseguran hacerlo porque no producen suficiente leche.
Las españolas quieren dar el pecho a sus bebés porque saben lo importante que es para la salud de sus hijos. Durante el embarazo, la mayoría de ellas manifiesta la intención de hacerlo, pero no todas logran llevar a cabo su propósito después del parto. En los días posteriores al nacimiento, el 91,7% de las mamás, efectivamente, amamantan a sus hijos, pero solo el 59,9% lo hace de forma exclusiva, sin complementos de leche de fórmula. La lactancia materna exclusiva se distribuye a lo largo del tiempo de la siguiente manera: a las seis semanas, el 68,4%; a los tres meses, el 52,48%; y a los seis meses, el 24,72%. 8
Una condición necesaria para que las mamás puedan realizar su de-seo de dar el pecho a sus bebés es que cuenten con una supervisión adecuada. Necesitan recibir información clara durante el embarazo, disponer de un ambiente favorable inmediatamente después del parto, poder disfrutar del contacto piel con piel con el bebé desde el nacimiento, realizar la primera toma de forma precoz, el rooming-in en el hospital y una ayuda profesional para resolver posibles problemas iniciales. Asimismo, es fundamental que, una vez en casa, la mamá no se sienta repentinamente sola, que pueda contar con el apoyo de su pareja y de toda la familia, así como disponer de las visitas de su matrona, bien tener la oportunidad de acudir a grupos locales de apoyo a la lactancia, organizados por otras mamás, adecuadamente formadas, para compartir experiencias y dificultades en una relación de igual a igual, de confianza, sin imposiciones ni culpabilización.
Para el fomento de la lactancia materna, se aconseja que las maternidades implementen el programa estructurado de la iniciativa IHAN, que incluye las siguientes recomendaciones: un parto y un nacimiento respetados, una atención humanizada a la madre, el respeto a las exigencias del código de comercialización de sucedáneos de leche mater-na y un apoyo adecuado y de calidad a las madres que no amamantan. (9)
Las mamás de hoy en día suelen ser objeto de comentarios, opiniones y consejos que no han pedido sobre cualquier tema, principalmente, sobre la lactancia. Se cuestiona la cantidad de leche, su calidad, su sabor, o la duración y la frecuencia de las tomas, con el consiguiente riesgo de que la mamá acabe desconfiando de su capacidad para alimentar a su bebé, precisamente, a causa de personas que deberían estar ayudándola. Si la mamá siente demasiada presión y falta de apoyo, su voluntad de dar el pecho puede no ser suficiente. No es fácil ignorar este tipo de comentarios, sobre todo cuando estos acrecientan las dudas y la incertidumbre totalmente normales después del parto, pero es importante que la mamá confíe en ella misma, en la capacidad de su cuerpo para amamantar y en la calidad indiscutible de su leche. Asimismo, debe ser consciente de que, si se presentan dificultades, también podrá alimentar al bebé con biberón, sin renunciar a vivir el momento de la toma con intensidad.
Cuando una madre alimenta a su bebé, se crea una especie de magia, hecha de miradas, calor, aromas y contacto: son momentos exclusivos y memorables, para la mamá y su bebé, en los que aprenden a conocerse y reconocerse, a entenderse y entrar en contacto. Sensaciones que pueden crearse aunque el bebé no tome el pecho. Si la mamá se apoya al bebé sobre el pecho, estableciendo un contacto piel con piel, manteniéndole cerca de ella para contenerlo y crear un contacto visual, y susurrándole palabras de amor, se hace la magia. Con calma y seguridad, sin dejarse condicionar por el sentimiento de culpa. La relación entre la mamá y el bebé está compuesta de gestos, miradas, suave contacto y un sinfín de ocasiones para transformar las rutinas del cuidado diario en momentos inolvidables, capaces de reforzar esta relación.
8 Fuente: Ministerio de Sanidad y Consumo e INE: https://www.ine.es/2021.
9 Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre lactancia materna. Guía de Práctica Clínica sobre lactancia materna. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del País Vasco-OSTEBA. Guías de Práctica Clínica en el SNS, 2017.
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