Capìtulo 11 - La apnea del sueño

Los trastornos respiratorios de los bebés durante el sueño generan una gran preocupación en los nuevos papás, pero normalmente son fenóme-nos naturales que desaparecen con el desarrollo.

En los primeros meses, el ritmo respiratorio del bebé no siempre es regular, sobre todo, en las fases de sueño más intenso. Así, es posible que el niño contenga la respiración durante unos segundos. Esto puede deberse a múltiples causas. En primer lugar, el cerebro todavía no ha perfeccionado el mecanismo de control de la respiración: por esta razón, algunas veces, el bebé “suspende” la respiración durante unos segundos, cuando pasa de un ritmo más sostenido a uno más lento. El fenómeno dura unos instantes y tiende a desaparecer con el crecimiento. Asimismo, el reflujo gastroeso-fágico puede provocar una breve interrupción de la respiración.

tercera casuística de apnea no patológica es la emocional: tras una crisis de llanto, el niño puede tener dificultades para volver a respirar con normalidad, incluso llegando a ponerse rojo. También en este caso, el episodio dura solo unos segundos y no debe alarmar especialmente.

Más raramente, las apneas del sueño ocultan situaciones patológicas que deben analizarse médicamente de forma más exhaustiva. Este tipo de apneas se define como Apnea Obstructiva del Sueño (AOS). Podría deberse a diferentes causas y comportar consecuencias incluso graves para la salud y el desarrollo del niño. Podría depender de la presencia de alteraciones morfológicas de las vías respiratorias altas, en primer lugar, la hipertrofia adenoamigdalar, o deberse a descompensaciones de la presión sanguínea, o incluso estar relacionadas con la obesidad del niño (32). Los síntomas relacionados con este tipo de patología suelen ser enrojecimiento, episodios de llanto nocturno, actividad motriz repe-titiva durante el sueño y succión débil. Al observar estos fenómenos, los papás deberán acudir al pediatra sin tardanza.