Su bienestar empieza mucho antes de nacer
Capìtulo 13 - La primera toma
Apenas nace, el bebé, colocado sobre el cuerpo de la mamá, que acaba de experimentar de lleno su poder generativo, mueve las manitas para explorar un territorio desconocido, pero familiar al mismo tiempo. Se agarra donde puede, se impulsa hacia delante, se desplaza lentamente, apoya la boca abierta aquí y allá, hasta que encuentra el pezón, su objetivo. Se agarra, primero, con cierta torpeza, y, después de algún ajuste, con más seguridad, y, por fin, succiona satisfecho y se relaja. El breast crawl (36) (arrastre al pecho) representa una escena increíble en su ternura y su natural perfección. El arrastre hacia el pecho es algo que todos los recién nacidos son llevados a hacer por instinto si se les apoya sobre el cuerpo de la mamá y se les deja tranquilos, guiados por el tacto, el olfato y el gusto. Así es como se realiza espontáneamente la primera toma, justo después de nacer.
Como hemos visto, el reflejo de succión es innato y, ya en estado fetal, el pequeño es capaz de nutrirse. La primera media hora después del nacimiento es el mejor momento para favorecer el inicio de la lactancia, porque coincide con una fase de vigilia y actividad del pequeño, estados definidos como quiet alert y active alert (alerta tranquila y alerta activa). Una vez transcurre este tiempo, media hora o una hora después, el recién nacido suele quedar-se dormido.
La Organización Mundial de la Salud reconoce y apoya la experiencia del contacto piel con piel nada más nacer, así como el inicio precoz de la lactancia materna, que conlleva múltiples beneficios para el desarrollo del niño.37 El calostro, la primera leche producida por la madre, es un concentrado de anticuerpos, vitaminas y proteínas que estimulan el sistema inmunitario, protegiendo al pequeño del riesgo de infecciones respiratorias e intestinales. Asimismo, posee un efecto biomodulador que ayuda al intestino a liberarse del meconio, la sustancia de desecho producida por el aparato digestivo durante el embarazo, además de favorecer la maduración de la mucosa y la microbiota intestinal.
La primera media hora después del nacimiento es el mejor momento para favorecer el inicio de la lactancia, porque coincide con una fase de vigilia y actividad del pequeño, estados definidos como quiet alert y active alert.
El contacto piel con piel estabiliza la temperatura corporal del bebé y favorece la transferencia de la flora bacteriana materna a su organismo antes de que otros microbios, no beneficiosos, sino nocivos, colonicen sus mucosas. Además de en la vida intrauterina, al nacer, tiene lugar un paso de bacterias a través del canal del parto. Si el bebé viene al mundo mediante cesárea, pierde esta oportunidad, por lo que tiene una inmunidad más débil. Por este motivo, todavía es mucho más importante que pueda disfrutar de un contacto piel con piel precoz. Según la OMS, el contacto piel con piel precoz es un recurso todavía más valioso en caso de parto prematuro. Gracias al llamado “método canguro”, el niño mantiene una temperatura corporal adecuada incluso sin incubadora, su ritmo cardíaco se regula, la oxigenación es mejor y se reduce el riesgo de hipoglucemia. Lo demuestran los resultados de un metaanálisis publicado en la revista Pediatrics.38 Un equipo de investigadores de Boston examinó más de mil estudios dedicados al contacto piel con piel entre la mamá y el bebé, seleccionando 124. Los resultados confirmaron que el método canguro reduce el riesgo de mortalidad en un 36%, protege al bebé del riesgo de infecciones incluso muy graves, como la sepsis, y favorece el éxito de la lactancia materna. De acuerdo con el metaanálisis, el método canguro aumenta en un 50% la probabilidad de lactancia ma-terna exclusiva en el momento del alta hospitalaria, y también favorece la duración de las tomas: cuando la mamá y el bebé pueden estar juntos después del nacimiento, la lactancia dura más tiempo.
El agarre precoz al pecho también es bueno para la mamá, dado que la succión del pezón estimula la producción de oxitocina, que, a su vez, favorece la contracción del útero, la expulsión de la placenta y la detención rápida de la pérdida de sangre.
En último lugar, pero no menos importante, para la mamá y el recién nacido, el contacto piel con piel en los primeros instantes después del parto representa la manera más mágica de reencontrarse. Ayuda a la mamá y a su hijo a establecer un primer vínculo de conocimiento y amor recíprocos, los cimientos del vínculo seguro que guiará un desarrollo sereno y equilibrado del pequeño en los meses y años venideros. El conocimiento recíproco se hace cada vez más profundo a medida que pasan los días, siempre que la mamá tenga la posibilidad de permanecer en contacto continuo con el bebé, día y noche, para familia-rizarse con sus ritmos y sus necesidades, así como para aprender a re-conocer sus demandas para responder con prontitud. Prácticamente, todos los hospitales ofrecen el rooming-in, es decir, la posibilidad de que la mamá y el bebé compartan la misma habitación las 24 horas durante la estancia en el hospital, sin separarse, de manera que la lactancia que acaba de iniciarse pueda consolidarse.
36 A. Henderson, Understanding the Breast Crawl. Implications for Nursing Practice, «Nursing for Women’s Health», 15, 2011, pp. 296-307
37 Capture the moment. Early initiation of breastfeeding: the best start for every newborn, WHO – Unicef, 2018
38 E.O. Boundy et al., Kangaroo Mother Care and Neonatal Outcomes: A Meta analysis, «Pediatrics», 2016
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