El mejor alimento desde el principio
Capìtulo 4 - Las posiciones para dar el pecho
En la primera etapa de la lactancia, cuando la mamá y el bebé empiezan a conocerse, puede ser muy útil experimentar posiciones distintas, ya sea para favorecer la buena marcha de la lactancia o para hacer que la toma se convierta en un momento de bienestar y relax para los dos. La posición que da la máxima libertad al bebé es la misma del arrastre al pecho: la mamá coloca la espalda sobre unos cojines apoyados en un sofá, el cabe-cero de la cama o una butaca, pone al bebé sobre su pecho, barriga contra barriga, en posición vertical, y deja que sea el pequeño quien encuentre el pezón y succione la leche. La mamá está en una posición relajada y el bebé puede moverse libremente siguiendo su instinto.
En particular, se sugiere cuando al niño le cueste cogerse al pecho, o cuando el reflejo de emisión de la madre es intenso, puesto que la fuerza de la gravedad reduce el flujo de leche y el bebé puede separarse del pezón si sale demasiada cantidad. Para las primeras tomas, también se sugiere la posición de transición, que permite a la mamá controlar el agarre y hace que el pequeño se sienta contenido y protegido, de manera que pueda relajarse y pensar únicamente en mamar. La mamá lo sostiene con un brazo bien adherido al cuerpo y con los piececitos debajo de su axila, y le pone a mamar del pecho opuesto. Si todo su cuerpo está bien sujeto, el niño aprende antes a agarrarse correctamente y succionar.
No obstante, la mamá también debe sentirse cómoda, para poder relajarse durante la toma y evitar tensiones musculares en el cuello, los hombros y la espalda. Por ejemplo, puede ayudarse colocando un cojín debajo del brazo con el que sostiene al bebé, para descargar parte del peso. La posición de transición es una variante de la posición clásica de cuna, la que utilizan la mayoría de las madres, sobre todo, cuando están fuera de casa. La mamá sostiene al bebé con un brazo, con su cuerpo dirigido hacia ella y su naricita deolante del pezón, poniéndole a mamar del pecho del mismo lado, de manera que le quede una mano libre.
Como alternativa, se puede recurrir a la posición de balón de rugby: el cuerpo del niño está debajo del brazo de la madre, del mismo lado que el pecho del que está mamando, y ella le sostiene la cabeza con los dedos, manteniéndola delante del pecho. Los piececitos están dirigidos hacia su espalda. Esta posición es útil en caso de cesárea, porque el pequeño no descarga el peso sobre la herida, así como cuando la mamá tiene el pecho gran-de y quiere controlar el agarre, o bien cuando el bebé no tiene mucho apetito, ya que en esta posición el flujo de leche es fuerte desde el principio.
Después de una cesárea o justo después del parto, pero también en todas las ocasiones en las que la mamá quiere descansar, se puede dar el pecho tumbada de lado, cuerpo a cuerpo con el pequeño, con su cabecita delante del pecho y su nariz a la altura del pezón, ayudándole a permanecer en esta posición, con el brazo detrás de su espalda.
Por último, la posición a cuatro patas, sugerida en caso de obstrucción mamaria. El bebé se coloca boca arriba en el centro de la cama y la mamá se pone a cuatro patas por encima de él para darle el pecho desde arriba. La fuerza de la gravedad y la succión del niño favorecen el vaciado y alivian la sensación de tensión en el pecho.
Siempre es importante comprobar que el agarre del niño al pecho es correcto. El pequeño debe colocarse de manera que tenga la nariz enfrente del pezón, y la boca debe estar bien abierta y abarcar buena parte de la aréola, nunca solo el pezón.
Sea cual sea la posición elegida, que cada pareja mamá-bebé encuentra tras algunos intentos, siempre es importante comprobar que el agarre del niño al pecho es correcto. El pequeño debe colocarse de manera que tenga la nariz enfrente del pezón, y la boca debe estar bien abierta y abarcar buena parte de la aréola, nunca solo el pezón. Durante la toma, el bebé debe alternar con normalidad la succión y la deglución, y no se deben escuchar sonidos de succión ni ningún otro tipo de sonido. Si no está bien agarrado al pecho, o si la mamá siente dolor, se debe apartar al niño con delicadeza y corregir la posición. Dar el pecho nunca debe provocar dolor y, si se tiene la impresión de no encontrar la manera, lo mejor es pedir ayuda a una asesora de lactancia materna: una matrona de Atención Primaria, una voluntaria de La Liga de la Leche o una consultora profesional IBCLC (International Board Certified Lactation Consultant), es decir, una consultora profesional en lactancia materna, una figura especializada en la gestión de la lactancia materna humana que se forma bajo la dirección de la IBLCE (International Board of Lactation Consultant Examiners), constituida en Estados Unidos en 1985 para garantizar que las consultoras certificadas tuviesen una preparación estandarizada y de alta calidad.
Lea las opiniones de...
Lea las opiniones sobre este artículo de fuentes científicas autorizadas o empresas especializadas.