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Artículos científicos

Las primeras vacaciones en la playa con tu recién nacido: cómo elegir la playa y preparar la maleta

FOCUS: Recién nacido en verano
ESTE ARTÍCULO PERTENECE AL PRINCIPIO DEL BIENESTAR DEL BEBÉ: Cuidados y atención amorosa
Mamá, ¿sabías que el sol estimula la producción cerebral de serotonina, la hormona del “buen humor”?

La serotonina es el modulador corporal del estado de ánimo, el apetito, el sueño y la percepción del sufrimiento y tiene un efecto poderoso en el cerebro. Es por eso que unas vacaciones en la playa hacen “felices tanto a los padres como a los niños”.

Las playas “amigas de los niños” son las playas con bandera azul (la Bandera Azul fue establecida en 1987 por la FEE, una asociación sin ánimo de lucro comprometida con la protección del medio ambiente). Son playas bien organizadas, con baby clubs y torneos, de arena (y no de rocas, gravilla o cantos rodados), con playa amplia, sombrillas espaciadas y equipadas con socorristas. El mar de estas playas es limpio, con aguas poco profundas cerca de la orilla, instalaciones de alojamiento cerca de la playa, pero también con presencia de actividades comerciales y culturales, elementos apreciados por padres y madres (sin embargo, evitando los pueblos famosos por su vida nocturna que es una fuente de ruido).

Por último, aquí tienes un resumen para que no te olvides nada en casa:

  • Sombrilla de playa;
  • Pañales y/o traje de baño;
  • toallitas;
  • Body y cambio de algodón, camiseta de algodón
  • Gorro de algodón
  • Protector solar 50 + spf UVA y UVB
  • Boya salvavidas; toallas;
  • Botellas con agua dulce; pañuelos;
  • Cambiador de viaje;
  • Mosquitero;
  • Piscina inflable;
  • Juegos para la arena.
Curiosidad: el olor del mar

Hay perfumes que desearíamos poder cerrar en un frasco para poder inhalar cuando necesitamos sentirnos mejor, evadirnos y evocar algunos recuerdos. Y es inútil negarlo, cuando hablamos de recuerdos, en la mayoría de los casos hablamos de vacaciones. ¿Y cómo no pensar, por tanto, en lo que todos llamamos “olor a mar”?

Este perfume tiene una historia muy interesante para cada uno de nosotros. En primer lugar, es un olor que puede adquirir diferentes matices. Para muchos es el aroma de la arena cálida mezclado con el de la crema solar y quizás incluso con el del coco, por lo tanto, una fragancia dulce, envolvente y cálida. Para muchos otros, sin embargo, el olor a mar es esa mezcla inconfundible de sal, algas y yodo que permanece en la ropa después de un día de playa, incluso en pleno invierno. Es un perfume que a todos les encanta porque devuelve la felicidad, la libertad, la alegría. Pero como todos los olores, su naturaleza tiene un fundamento químico que encuentra las raíces de su fórmula, en el mismo mar y sus habitantes.
Hay tres moléculas que dan al mar su olor específico:

  1. Sulfuro de dimetilo: es responsable del olor acre, sulfuroso, a algas y salado. En el océano es producido por algunas bacterias que digieren una especie particular de plancton. Gracias a este olor, por ejemplo, las aves son capaces de reconocer zonas ricas en peces.
  2. Diciopterenes: podemos asociarlo con algas secas y encontrarlo en algunos platos de la cocina oriental.
  3. Bromofenoles: es por estos compuestos químicos que el mar tiene ese fuerte olor a yodo. Un olor que también llevan consigo los moluscos y crustáceos que, al alimentarse de algas y otros organismos que se encuentran en el fondo marino, heredan su olor característico. Este olor característico también nos permite distinguir, si tenemos un olfato adiestrado y muy sensible, si el pescado que estamos comiendo procede de piscifactoría o es de pesca. De hecho, sólo los peces en estado salvaje son ricos en bromofenoles, tanto es así que se ha intentado añadirlos a la dieta de los peces de piscifactoría para intentar darles el mismo sabor que los pescados de mar, pero sin obtener resultados apreciables.

Hay por tanto una parte “científica” en la composición de este perfume que nos regala a todos sensaciones positivas y relajantes: su naturaleza, como hemos visto, es química. Pero lo bonito del olor del mar, su olor acre, único, persistente, es que para cada uno de nosotros puede adquirir notas específicas y personales vinculadas a nuestros más bellos recuerdos.