Artículos científicos
El recién nacido en casa
El embarazo es un acontecimiento especial. Es un momento importante de la vida y conviene vivirlo con serenidad. Convertirse en madre es una experiencia intensa y compleja, que implica sobre todo a la misma persona, pero también a sus allegados y a su entorno. La vuelta a casa es para muchas madres la fase más delicada del puerperio.
La protección de la relación madre-hijo y de la lactancia materna, la atención a la serenidad familiar, la seguridad y el respeto de la fisiología son los objetivos del bienestar del recién nacido. Hay que tener en cuenta que el alta del centro de maternidad es sólo un momento del viaje, estrechamente relacionado con el “antes” (embarazo-parto) y el “después” (puerperio), y es un viaje que comienza en el primer contacto entre la madre y el bebé. La participación de los padres en los procedimientos y decisiones de atención facilita la adquisición de habilidades autónomas y hace que el alta sea más segura y feliz. El alta es el momento en que el recién nacido y su familia pueden irse por fin a casa.
Las dudas y las emociones son normales
No hay duda: llegar a casa con un recién nacido es una emoción muy fuerte. Los padres tienen la vida en sus manos: un hijo es una responsabilidad abrumadora. La primera vez en casa con un recién nacido es un momento especialmente intenso marcado por fuertes emociones, preocupaciones, alegrías, miedos y temores. Por muy fuerte que sea el deseo de volver a casa con el bebé, pocas madres, especialmente con su primer hijo, saben lo que realmente les espera. A este respecto, la OMS recomienda encarecidamente la importancia de un “buen comienzo”.
Las necesidades de cada recién nacido
Queridos papás y mamás, todo recién nacido necesita y tiene derecho a:
- ser acogido
- ser protegido
- ser amamantado, cuidado y mantenido limpio
- ser visto y considerado como un individuo
- ser contenido
- sentirse querido
Los padres no nacen
Al principio, ser padre puede parecer una tarea difícil y aterradora. Sin embargo, no te asustes ni te preocupes pensando que no serás capaz de hacerlo. Lo importante es recordar que sois tres para emprender esta embriagadora aventura y, como todo el mundo sabe, la unión hace la fuerza. En primer lugar, es inútil que os hagáis ilusiones de que lo sabéis hacer todo y de que siempre sois unos padres atentos. A veces también ocurre que no lo sois, y es normal. Todo es nuevo y debe ser descubierto y aprendido también por vosotros, no sólo por el niño. Si tienes miedo, dudas y no sabes cómo responder, no dudes en preguntar a quienes ya tienen experiencia; tampoco te sorprendas si en las primeras semanas, sobre todo las madres, sientes la necesidad de ayuda externa.
¿Ayuda externa o no? Depende.
De hecho, algunas madres primerizas confían en sus madres, sobre todo durante el periodo inicial del embarazo. A la inversa, hay quien lo hace todo por su cuenta para demostrar sus capacidades de inmediato. Cada padre sigue su propia intuición, sentido común y personalidad; no existe una regla universal. Y junto con el niño, cada día desarrolla en él nuevas habilidades. En cualquier caso, lo cierto y hermoso es que cada uno aporta sus propios recursos a la nueva familia. El niño también lo hace a su manera: mientras intentas comprender sus necesidades, él está más interesado en descubrir y entender las suyas. Recorrerás un largo camino junto a tu hijo. El recién nacido crecerá y se convertirá en un niño. A su lado, aprenderás a ser sus padres cada día.
Cambios en la pareja y la familia
Ser protagonista activo de la transición de pareja amorosa a pareja parental significa sobre todo ser capaz de reorganizar tu vida, tu sistema y tu persona, acogiendo al recién nacido de la mejor manera posible y con los mejores recursos. Por lo tanto, tendréis que reorganizar todo vuestro sistema familiar y, con él, también vuestras normas y costumbres internas, vuestro papel de mamá y papá, la relación con vuestra pareja, vuestro acercamiento al mundo exterior y a las familias de cada uno y, por último, vuestros ritmos de vida.
Una pareja se enfrenta a la “revolución” más importante de su vida cuando tiene un hijo. Aunque el parto y el nacimiento son acontecimientos excepcionales llenos de sentimientos y alegría, el verdadero comienzo de la nueva vida es la vuelta a casa, que puede acarrear algunos temores. Cambian las prioridades, la forma de organizar el tiempo libre y los planes de futuro. Sin duda es un cambio positivo que puede unir a la pareja, implicando a ambos en la misma “aventura”, pero siempre hay preocupaciones y momentos de cansancio. Es normal sentirse precario, como si aún no estuvieras seguro de tu nuevo trabajo: ser un buen padre.
La fuerza de la pareja
Es esencial no dejar nunca a la pareja en un segundo plano. Es una buena costumbre hablar el uno con el otro, comparar notas e intercambiar sentimientos de felicidad o de insuficiencia. De la compenetración entre mamá y papá nace la primera sensación de bienestar del niño.
El hecho de tener un recién nacido en brazos puede suscitar muchas preguntas, como: “¿qué hacemos ahora? ¿Qué cuidados necesitará mi recién nacido? ¿Cómo puedo prepararme para darle el pecho en casa?”.
Consejos prácticos para la vuelta a casa del recién nacido
El bebé que acaba de entrar en su nuevo hogar necesita sobre todo a su mamá y a su papá.
Por supuesto, es importante organizar un espacio adecuado para cuidarle con seguridad. Conviene anticipar la compra de ayudas para que la llegada del bebé sea agradable y segura. Los primeros años de vida son los más importantes para determinar la calidad (física e intelectual) de la vida de un niño; esta última dependerá especialmente de la forma en que se le cuide durante el primer año de vida. Aquí tienes algunos consejos y recomendaciones que te ayudarán a cuidar mejor de él en el primer periodo.
Las tareas de mamá y papá
- preparar el “nido” para el recién nacido;
- preparar todos los utensilios de baño
- elegir un cambiador
- practicar la lactancia materna
- respetar el ciclo de sueño del bebé
- dar paseos con el bebé
- descansar lo antes posible
- no dudes en pedir ayuda
- haz equipo con tu pareja
- elige con antelación la silla de coche, el portabebés y el cochecito;
- organiza visitas familiares