Artículos científicos
Bienestar y cuidados del cordón umbilical
El cordón umbilical es una especie de conducto que se origina en las primeras semanas de gestación y contiene los vasos sanguíneos que conectan al feto con la placenta materna.
Cómo es el cordón umbilical
El cordón umbilical está formado por tres vasos umbilicales (una vena y dos arterias) que permiten el intercambio de sangre entre la madre y el feto durante el embarazo.
De hecho, el cordón umbilical conecta el torrente sanguíneo del bebé con la placenta, el órgano que permite el paso de la sangre materna a la fetal, así como el paso de oxígeno y sustancias necesarias para el crecimiento y desarrollo del feto.
Por el interior del cordón umbilical circulan tres vasos sanguíneos
- Una vena umbilical, el vaso de mayor calibre que transporta sangre rica en oxígeno y nutrientes de la placenta al feto.
- Dos arterias umbilicales, los vasos de menor calibre que transportan a la placenta la sangre desoxigenada que contiene las sustancias de desecho del metabolismo fetal.
Al nacer, la respiración y la lactancia proporcionan al bebé todo lo que necesita para crecer, por lo que el cordón umbilical ya no es necesario.
Qué le ocurre al cordón umbilical después del nacimiento
Cuando nace el bebé, el cordón umbilical aparece como una estructura alargada en forma de cordón de unos 50 centímetros de largo y unos 15-20 milímetros de diámetro. Los tres vasos están envueltos externamente por una sustancia gelatinosa (gelatina de Wharton) cuya estructura permite que el órgano se comprima y deforme, volviendo rápidamente a su forma original sin comprometer el suministro de sangre al feto.
Inmediatamente después del nacimiento, tras un máximo de 3 minutos, el cordón umbilical se cierra temporalmente con una pinza y luego se secciona; lo que queda se denomina muñón umbilical.
Aunque durante todo el embarazo el cordón umbilical está inmerso en líquido amniótico, a partir del momento del parto todo cambia. La exposición del cordón umbilical al aire provoca un proceso fisiológico de momificación que dura unos 5-15 días, durante el cual se producen cambios estructurales que posteriormente conducen a su desprendimiento completo, generándose así la cicatriz umbilical (ombligo).
Las 7 directrices de la OMS sobre el muñón umbilical
En 2013 (con una actualización en 2017) la Organización Mundial de la Salud publicó unas recomendaciones sobre salud neonatal, en las que se pueden encontrar orientaciones específicas sobre los cuidados del muñón umbilical.
- Lávese muy bien las manos con agua y jabón para evitar el riesgo de contaminación del muñón.
- Retire el apósito anterior, y tenga cuidado de no ejercer demasiada fuerza si el apósito está pegado al pilar. Es aconsejable utilizar una solución fisiológica para facilitar el desprendimiento.
- Limpiar la base del muñón umbilical con agua y jabón neutro. Pequeños restos de sangre y suero son fisiológicos, en caso de secreciones abundantes consultar al pediatra.
- Secar bien el muñón y la piel circundante dando golpecitos con una gasa. No frotar la piel del bebé, ya que es muy sensible.
- Observar la piel alrededor del muñón: si está enrojecida, eritematosa o edematosa, consultar al pediatra.
- Aplicar una gasa estéril alrededor del muñón, cubriéndolo completamente. No dejar el muñón en contacto directo con el pañal para evitar la contaminación de la zona con fluidos corporales. El vendaje puede sujetarse con una banda umbilical o una red umbilical.
- Asegurar una ventilación adecuada a nivel del muñón para evitar la creación de un ambiente caluroso y húmedo que pueda ralentizar el proceso de momificación. Por lo tanto, siempre que sea posible, recomendamos evitar cerrar el pañal sobre el vendaje del muñón.
¿Cuánto tarda en caerse el muñón umbilical?
Por término medio, unos diez días: de un mínimo de 7 a un máximo de 14 días.
¿Se puede bañar el cordón umbilical?
Generalmente, se recomienda no sumergir al bebé, es decir, en la bañera, hasta que el muñón se haya separado y la cicatriz esté seca. Lee el artículo sobre el baño para más detalles.
Qué hacer si el muñón umbilical se ensucia con pis
Si el muñón se moja con orina o se ensucia con heces, basta con utilizar agua y jabón para lavar tanto el muñón como la piel circundante. Después, sécalo y coloca una gasa limpia y seca.
(Organización Mundial de la Salud, Recomendaciones sobre la salud del recién nacido, directrices aprobadas por el comité de revisión de directrices, actualización de 2017).