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Elegir y utilizar correctamente los productos de puericultura

"No hay edad mínima para viajar en avión con un bebé"

Capitolo 4 - Viajar en avión con el bebé

CATEGORÍA: Elegir y utilizar correctamente los productos de puericultura
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TIEMPO DE LECTURA: 4 min

Una de las preguntas más frecuentes de los papás es si existe una edad mínima para viajar en avión con un bebé.

De acuerdo con el protocolo establecido por AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), el recién nacido puede volar a los siete días del nacimiento en el caso de los vuelos cortos, y a los 21 días en los vuelos de larga distancia. (3) Sin embargo, cada compañía aérea puede aplicar restricciones específicas, como solicitar un certificado médico de idoneidad para viajar en avión si el bebé tiene menos de siete días.

Los bebés no disponen de asiento en el avión. Generalmente, los papás se sientan en la primera fila de asientos, donde hay más espacio para moverse con tranquilidad. No obstante, durante el despegue y el aterrizaje, es necesario coger en brazos al bebé y abrocharle al cinturón del adulto, con una prolongación especial. Como alternativa, pagando una plaza extra, se puede utilizar una silla de auto e instalarla en el asiento del avión, como si se tratase de un coche. En este caso, la silla de auto debe ser compatible con las especificidades técnicas del avión, por lo que los papás deberán informarse antes de viajar.

Un vuelo en avión con un bebé puede ser especialmente estresante. Siguiendo algunos consejos prácticos, se puede afrontar de forma más tranquila:

  • En primer lugar, no salir de viaje si el niño no se encuentra bien. Por ejemplo, un fuerte resfriado podría resultar muy desagradable.
  • Mantener la calma, evitando ponerse nervioso a la primera dificultad, intentando contemplar tiempos más largos, adecuados a las necesidades del pequeño.
  • Presentarse en el aeropuerto con antelación, reservando, si es preciso, una sala de lactantes en la que esperar la salida del vuelo en un ambiente equipado y relajado.
  • Preparar el equipaje de manera inteligente y concienzuda, para no perder tiempo en los controles de seguridad, comprobando siempre que los líquidos estén colocados correctamente y no haya ningún artículo prohibido.
  • Si es posible, hacer coincidir la toma al pecho con el momento del despegue y el aterrizaje. Durante el despegue y el aterrizaje, como consecuencia del cambio repentino de presión, los oídos se pueden tapar a causa del cierre momentáneo de las trompas de Eustaquio. Esto puede ser realmente muy molesto, e incluso doloroso, y el bebé no puede hacer nada autónomamente para devolver el equilibrio de la presión en el interior del oído. Por lo tanto, la mamá y el papá deberán ayudarle con una toma de pecho o biberón. Si el niño se muestra inquieto y no quiere comer, se le puede ofrecer el chupete. Lo importante es favorecer el acto de la succión y la deglución en la fase de aterrizaje y de despegue.
  • Llevar unos juguetes para distraer al niño durante el vuelo.
  • Para agilizar los desplazamientos, es conveniente disponer de una silla de paseo compacta. Existen algunos modelos que se pueden embarcar como equipaje de mano. Sin embargo, cuando se viaja con un niño, se deben llevar muchas cosas. Lo mejor es facturar la sillita para disponer de más espacio para lo necesario (bolso, ropa de recambio, juguetes, etc.).

3  AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea): https://www.aena.es/es/pa-sajeros/viajeros/personas-con-necesidades-especiales/bebes-menores-embarazadas/viajar-con-bebes.html

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