Masaje neonatal y desarrollo neuroconductual: integración sensorial, modulación neuroquímica y promoción del vínculo afectivo

El masaje neonatal representa una práctica terapéutica y de apoyo al desarrollo del recién nacido, ampliamente estudiada en las últimas décadas por sus efectos sobre el bienestar físico, emocional y neuroconductual del lactante. Esta técnica se basa en estimulaciones táctiles, vestibulares y propioceptivas que interactúan con los sistemas nervioso, endocrino e inmunitario del recién nacido, promoviendo la regulación de las funciones vitales, la modulación de las respuestas conductuales y el fortalecimiento del vínculo afectivo con la madre, con los padres y con el cuidador.

Mecanismos fisiológicos y bioquímicos

El masaje neonatal estimula receptores cutáneos mecanosensibles (tipo Merkel, Ruffini, Pacini y terminaciones libres), activando las fibras aferentes mielínicas y no mielínicas (Aβ, Aδ y C). La información táctil se transmite al asta dorsal de la médula espinal y a los núcleos del tronco encefálico, modulando simultáneamente la actividad del sistema parasimpático a través del nervio vago. La activación vagal se asocia a:

• Reducción de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial
• Mejora de la variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV)
• Aumento de la motilidad intestinal y mejora de la digestión

Desde el punto de vista neuroquímico, el masaje neonatal induce la liberación de oxitocina, tanto en el recién nacido como en el cuidador, lo que favorece el vínculo afectivo, la modulación del estrés y la regulación de la frecuencia cardíaca y respiratoria. Se observa asimismo un aumento de betaendorfinas, con efectos analgésicos y ansiolíticos, y un incremento de los niveles de serotonina y dopamina, que contribuyen a la mejora del estado de ánimo, del tono muscular y de la vigilancia.

Percepción táctil y bienestar

La piel del recién nacido, extremadamente sensible y rica en receptores táctiles, es el principal órgano a través del cual se produce la interacción masaje-bebé. La estimulación táctil ofrece:

• Relajación fisiológica: reducción de la tensión muscular y del estrés neuroendocrino
• Regulación conductual: disminución del llanto y aumento del tiempo de quietud vigilante
• Desarrollo sensorial: promoción del mapa corporal y de la conciencia postural

El recién nacido percibe el contacto manual como una forma de comunicación no verbal que transmite seguridad, calor y continuidad con el ambiente intrauterino. La presión, la velocidad y el ritmo del toque modulan la activación de los receptores C-táctiles, asociados con la sensación de placer y consuelo.

Efectos en el cuidador y en el vínculo afectivo

El masaje neonatal tiene un impacto directo en el bienestar del cuidador. El contacto táctil con el recién nacido estimula la liberación de oxitocina materna y paterna, favoreciendo:

• La reducción de los niveles de cortisol y del estrés psicofisiológico
• El aumento de la motivación hacia el cuidado y la percepción de competencia parental
• La facilitación del vínculo, con fortalecimiento del lazo afectivo seguro

La interacción masaje-bebé representa así un modelo bidireccional de comunicación precoz, en el que el recién nacido responde con señales conductuales, motoras y fisiológicas, y el cuidador regula la intensidad, el ritmo y la duración del contacto en función de la respuesta del niño.

Efectos neuroconductuales

Estudios neurofisiológicos evidencian que el masaje neonatal:

• Modula la actividad del sistema límbico, reduciendo ansiedad y estrés
• Favorece la mielinización de las fibras nerviosas y la conectividad córtico-límbica
• Mejora el patrón de sueño y la calidad de la vigilancia
• Promueve un apego seguro, aumentando la capacidad del recién nacido de autorregularse y de interactuar

Alteraciones de las funciones vitales

El masaje neonatal favorece la estabilización de las funciones vitales:

• Frecuencia cardíaca: reducción media de 5–10 bpm durante y después del masaje
• Frecuencia respiratoria: disminución de picos de taquipnea y mejor coordinación respiratoria
• Temperatura corporal: estabilización de la termorregulación, especialmente en recién nacidos prematuros
• Crecimiento ponderal: incremento del crecimiento en recién nacidos con bajo peso, probablemente mediado por una mejor absorción intestinal y la reducción del estrés metabólico

El masaje neonatal es una práctica multisensorial con efectos neuroquímicos, conductuales y fisiológicos significativos tanto para el recién nacido como para el cuidador. La estimulación táctil, combinada con la modulación vagal y la liberación de oxitocina y betaendorfinas, favorece el vínculo madre-bebé, la relajación, la regulación de las funciones vitales y el desarrollo neuroconductual. La práctica regular, segura y personalizada en función de la edad gestacional y de las condiciones clínicas del recién nacido representa una herramienta poderosa para promover salud, bienestar e interacción precoz.