Artículos científicos
La profilaxis con vitamina D en los primeros 12 meses de vida
La vitamina D desempeña un papel clave en la regulación del metabolismo óseo y en la modulación de la respuesta inmunitaria. En los primeros meses de vida, su suplementación cumple una función fundamental en la prevención del raquitismo nutricional y en el mantenimiento de un estado vitamínico adecuado.
Se trata de una prohormona liposoluble, crucial para la homeostasis del calcio y la salud del sistema esquelético. Su deficiencia, frecuente en la edad pediátrica, se asocia con defectos en la mineralización ósea y posibles alteraciones en la respuesta inmune. Por este motivo, la profilaxis con vitamina D está indicada desde los primeros días de vida.
Las dos formas principales son:
- Vitamina D₂ (ergocalciferol): de origen vegetal.
- Vitamina D₃ (colecalciferol): sintetizada en la piel a través de la exposición a los rayos UVB.
Ambas formas requieren dos hidroxilaciones para activarse:
- En el hígado: hidroxilación a 25-hidroxivitamina D [25(OH)D], forma de almacenamiento.
- En el riñón: hidroxilación a 1,25-dihidroxivitamina D [1,25(OH)₂D], o calcitriol, forma hormonalmente activa.
Racional fisiopatológico de la profilaxis
El recién nacido presenta escasas reservas de vitamina D, determinadas principalmente por el estado materno durante el embarazo. La transmisión transplacentaria ocurre principalmente en el tercer trimestre, pero muchos neonatos nacen con niveles subóptimos, especialmente si la madre presenta hipovitaminosis.
La leche materna contiene cantidades insuficientes de vitamina D (aproximadamente 25–80 UI/L), y los lactantes alimentados con fórmulas enriquecidas alcanzan un aporte adecuado solo con volúmenes importantes (~1 litro/día), objetivo que suele alcanzarse más tarde, tras el inicio del destete.
La vitamina D regula el metabolismo calcio-fósforo y tiene los siguientes efectos:
- Estimula la absorción intestinal de calcio y fósforo
- Favorece la mineralización ósea
- Reduce la secreción de hormona paratiroidea (PTH)
- Modula la actividad osteoblástica y el remodelado óseo
- Apoya la respuesta inmunitaria innata y adaptativa
Durante el crecimiento neonatal, el equilibrio entre la actividad osteoblástica y osteoclástica es crucial para una mineralización adecuada, que se realiza mediante la deposición de hidroxiapatita sobre la matriz ósea. La vitamina D estimula la síntesis de proteínas fijadoras de calcio (como la calbindina), contribuyendo al desarrollo de una arquitectura ósea adecuada.
Indicaciones para la profilaxis
La suplementación con vitamina D se recomienda para todos los recién nacidos, independientemente del tipo de lactancia, desde los primeros días de vida. La profilaxis debe mantenerse al menos hasta los 12 meses y prolongarse en sujetos con factores de riesgo persistentes.
Vitamina D, infecciones respiratorias y dermatitis atópica
La evidencia actual sobre el papel preventivo de la vitamina D frente a las infecciones respiratorias aún es limitada. Algunos estudios sugieren un posible beneficio en la prevención de afecciones como la otitis media aguda no complicada, pero no hay suficientes datos para recomendar su uso sistemático con fines preventivos.
Para apoyar una respuesta inmune eficaz, los niveles de 25(OH)D deben estar por encima del umbral mínimo necesario para prevenir el raquitismo. En casos de deficiencia, la suplementación podría ayudar a reducir el riesgo de infecciones.
Estudios epidemiológicos han observado una asociación entre bajos niveles de vitamina D y una mayor incidencia o severidad de dermatitis atópica. Sin embargo, los resultados no son concluyentes, y algunos trabajos no confirman esta relación. Se plantea la hipótesis de que la vitamina D podría modular la inflamación cutánea actuando sobre células inmunitarias (linfocitos T, células dendríticas), implicadas en la patogenia de la enfermedad.
Dosis recomendadas
Recién nacidos a término
- Estándar: 400 UI/día
Con factores de riesgo: hasta 1.000 UI/día
Recién nacidos prematuros
- < 1.500 g: 200–400 UI/día (incluyendo aportes por nutrición parenteral o enteral)
- ≥ 1.500 g: 400–800 UI/día hasta las 40 semanas de edad postconcepcional
- Después de este umbral: seguir las recomendaciones para neonatos a término
Modo de administración
La suplementación debe ser diaria, preferentemente con vitamina D₃ (colecalciferol), aunque la vitamina D₂ (ergocalciferol) también es efectiva. Los metabolitos activos (como el calcitriol o el alfacalcidol) no deben utilizarse con fines profilácticos, salvo en situaciones clínicas específicas, ya que no reponen las reservas hepáticas y aumentan el riesgo de hipercalcemia.
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