Artículos científicos
El recién nacido junto al mar: ingestión accidental, pañal y miedo al agua
Artículo creado sobre la base de las RECOMENDACIONES DE LA SOCIEDAD ITALIANA DE PEDIATRÍA
¿Qué pasa si el niño bebe agua de mar o ingiere arena?
El agua de mar no es buena para el organismo debido a su alto contenido en sal. Además, si el mar está contaminado puede contener agentes infecciosos que pueden ocasionar diversos problemas, en primer lugar una forma de gastroenteritis, cuyos síntomas típicos son las náuseas, los vómitos y la diarrea, y ante la cual es necesario consultar de inmediato a un pediatra. Sin embargo, es obvio que una pequeña cantidad de agua salada ingerida no puede causar ningún daño particular. Pero, cuando esto sucede, es recomendable darle al niño agua fresca, que es útil para eliminar la cantidad de sal que contiene el agua de mar tomada. Lo mismo ocurre con la arena. Los riesgos de ingerirlo pueden estar ligados a la presencia de cuerpos extraños o al hecho de que puede contener gérmenes y bacterias que pueden causar infecciones gastrointestinales. Sin embargo, por lo general, pequeñas cantidades de arena no se asocian con problemas importantes.
¿Es el verano la mejor época para quitarse el pañal?
La llamada “operación pañal” debe ser un camino que se debe vivir con serenidad y no una competencia. Normalmente, los niños están preparados para quitarse el pañal entre los 2 y 3 años, pero algunos necesitan unos meses más y es fundamental no forzarlos. Por lo tanto, la operación pañal no tiene por qué tener lugar necesariamente en verano. Una vez quitado el pañal, es importante, si estás en la playa, no dejar al bebé sentado desnudo en la arena demasiado tiempo para evitar irritaciones en la piel. Su mejor opción puede ser extender una toalla y poner a su hijo a jugar allí, para que se mantenga fresco y seguro.
¿Qué pasa si el niño parece tener miedo de las olas y no quiere meterse en el agua?
No se debe forzar en absoluto. Uno de los beneficios de bañarse en el mar es ayudar al niño a familiarizarse con el agua. El padre puede ayudarlo a acercarse al agua lentamente, invitándolo a poner los pies en el agua primero, o jugando al cucú-tras en el agua. Nunca lo sumerjas de golpe porque hay que acostumbrarlo poco a poco.