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Artículos científicos

El bienestar de los bebés en el agua: acuaticidad y desarrollo

FOCUS: Acuaticidad y bebés
ESTE ARTÍCULO PERTENECE AL PRINCIPIO DEL BIENESTAR DEL BEBÉ: El desarrollo armónico del niño

La acuaticidad es como un superpoder innato que permite a una persona apreciar el contacto con el agua de manera positiva y fomentar el desarrollo psicofísico en sintonía con las capacidades físicas emergentes. ¡Es prácticamente el superhéroe oculto que todos llevamos dentro! Por eso, es una práctica recomendada para los niños desde los primeros meses de vida.

La hidromotricidad deriva del “proyecto aquananda”

Con su innovadora metodología conocida como “proyecto aquananda”, nacida en 1993, el Dr. Boris Ginzburg ha dejado una huella significativa en el ámbito de la salud y el bienestar de los niños y mujeres embarazadas. Este enfoque se basa en la hidromotricidad, un concepto que combina el ejercicio físico en agua con el apoyo psicológico y el bienestar emocional. A través del “proyecto aquananda”, el Dr. Ginzburg ha introducido un enfoque holístico que tiene en cuenta no solo la salud física del bebé, sino también el bienestar mental y emocional de los padres. Este enfoque está dirigido especialmente a los infantes y a las mujeres embarazadas, ya que el entorno acuático ofrece un contexto seguro y relajante para explorar el movimiento y aliviar el estrés.

Como los adultos, los bebés también están compuestos de agu

Un bebé, en su fase inicial de vida, presenta una tasa de hidratación corporal que alcanza el 75% del peso total del cuerpo. Este valor tiende a disminuir gradualmente con el paso de los años, estabilizándose alrededor del 60% en la edad adulta (Cappelli & Vannucchi, 2005). Este fenómeno subraya la propensión innata de los bebés hacia un entorno acuoso, implicando una mayor capacidad de adaptación en comparación con los adultos. Por lo tanto, la introducción temprana de los niños al entorno acuático resulta ventajosa desde la primera infancia.

¿Qué significa esto?

¡Pues, imagina a un bebé como una pequeña esfera de agua ambulante! Cuando nacen, el 75% de su peso está formado por agua. Luego, mientras crecen y se convierten en adultos, ese número disminuye al 60%. Esto explica por qué los bebés parecen tan cómodos en el agua, ¡son prácticamente pequeños pececitos! Así que, es una gran idea llevarlos a nadar desde pequeñitos. ¡Qué divertido!

¡Qué bonito es flotar!

Cuando un bebé se sumerge en el agua, su cuerpo se convierte en un mundo de maravillas fisiológicas. Gracias a la fuerza de flotación, parece que su peso se aligera, como si la gravedad tomara un descanso seis veces menor que en comparación con la tierra firme. ¿Y sabes qué pasa? Esto permite al pequeño moverse con una libertad natural, sin hacer mucho esfuerzo. El agua incluso alivia la carga en la espalda y las piernas, haciendo más fácil la postura erguida y el caminar. Pero cuando sale del agua, vuelve a la realidad, a la sensación de gravedad, el niño siente todo el peso del cuerpo, especialmente en las piernas.

Los bebés también experimentan el principio de Arquímedes

¡El principio de Arquímedes es realmente especial! Imagina esto: cuando pones un objeto en el agua, parece que el agua lo está levantando. ¡Esto es el principio de Arquímedes en acción! El objeto sumergido recibe un empuje hacia arriba, exactamente igual al peso del volumen de agua que desplaza. Por eso, cuando estás en la piscina, sientes menos el peso de tu cuerpo porque el agua te sostiene. Este es el motivo de que sea más fácil estar de puntillas en el agua en comparación con estar de puntillas fuera del agua: ¡es el agua la que hace la mayor parte del trabajo! Así que, la próxima vez que estés en la piscina, agradece a Arquímedes su fantástico principio que te hace sentir más ligero.

La acuaticidad favorece el desarrollo psicofísico

La acuaticidad es realmente una capacidad extraordinaria que permite a los niños vivir de manera positiva la experiencia del agua, facilitando un armonioso desarrollo psicofísico en sintonía con sus capacidades fisiológicas (Guinzbourg & Lucca, 2004). Por eso es tan importante alentar a los niños a familiarizarse con el agua desde los primeros meses de vida.

Uno de los principales beneficios de la acuaticidad es su impacto positivo en el desarrollo motor de los niños. Estudios recientes demuestran que los infantes que participan en programas de acuaticidad tienen un rendimiento motor superior al de sus compañeros. Estos beneficios se manifiestan en diversas áreas, incluyendo la prensión, el equilibrio y el control postural.

Además, el agua favorece el desarrollo perceptivo-sensorial gracias a sus particulares condiciones ambientales. Los pequeños tienen la oportunidad de familiarizarse con sonidos, ruidos y variaciones de presión y temperatura, mejorando así sus capacidades de adaptación.

El sentido de pertenencia a un grupo durante las actividades acuáticas también contribuye al desarrollo social de los niños, aumentando su autoestima y sus capacidades físicas. Finalmente, la interacción con materiales, ambientes y personas nuevas estimula el desarrollo neuro-cognitivo, mejorando el lenguaje, la memoria, la atención y el aprendizaje.

En resumen, las actividades acuáticas no solo son divertidas, sino también una valiosa herramienta para promover el desarrollo completo y armónico de los niños.
Imagina a un bebé sumergiéndose en el agua con una sonrisa brillante. ¡Los cursos de acuaticidad hoy son como pequeños tesoros para hacer florecer las habilidades de los niños desde los primeros meses de vida! ¿Sabes por qué son tan especiales? Porque aprovechan su amor natural por el agua, que es como un recuerdo relajante de los nueve meses pasados en el útero. Así que, cuando se encuentran en el agua, están “en casa” y listos para una aventura divertida y estimulante.

Moverse en el agua es como bailar entre las nubes, sin la fuerza de la gravedad, tirándote hacia abajo. Los niños pueden explorar de manera libre y natural, enriqueciendo su mundo sensorial con cada pequeño movimiento. ¿Y sabes qué es aún más fantástico? No hay una sola manera de vivir estas experiencias: ¡cada curso es único, con su estilo y sus ideas! Pero el objetivo siempre es el mismo: hacer que los niños se sientan lo mejor posible, tanto en cuerpo como en mente. ¡Qué viaje más emocionante!

Desde hace muchos años se conocen los beneficios de la acuaticidad

El uso del agua para el desarrollo infantil tiene raíces profundas que se remontan a 1968 en Francia, cuando estudiosos de renombre dieron vida a la “Fédération Nationale de Natation Préscolaire” (FNNP). Esta federación se fundó con el objetivo de promover el aprendizaje temprano de la natación y la acuaticidad en los niños desde el nacimiento. El enfoque de la FNNP se basa esta idea: el agua ofrece un entorno único y estimulante para favorecer el desarrollo psicomotor, cognitivo y emocional de los niños. A través de actividades lúdicas y de exploración guiadas por instructores especializados, los niños pueden experimentar un entorno acuático seguro y divertido que contribuye a su bienestar físico y mental.

Curiosidad: ¿Quién “inventó” el parto en agua?

El precursor del método acuático fue el Dr. Igor Tcharkovsky, a quien se debe la “introducción” del parto en agua. Según su enfoque, el bebé, al nacer, permanece en contacto con el elemento líquido, el mismo que lo ha acompañado en su fase de vida prenatal. El niño, luego, será “entrenado” desde los primeros meses para nadar y sumergirse en apnea: actividades para las que está instintivamente predispuesto. De esta manera, según Tcharkovsky, aumentan las defensas orgánicas del individuo, disminuyen los problemas respiratorios, mejora el equilibrio y el conocimiento del propio cuerpo.