Artículos científicos
Consejos para vivir la actividad acuática de manera segura
Los recién nacidos y el cloro
El uso de cloro en las piscinas es común: sirve para mantener el agua limpia y segura de bacterias y otros patógenos. Sin embargo, es importante considerar que la exposición prolongada al cloro puede tener algunos efectos negativos en la piel y las vías respiratorias, especialmente en los recién nacidos que tienen la piel delicada y los pulmones en desarrollo.
Algunas sugerencias para garantizar que el recién nacido pueda beneficiarse de la actividad acuática de manera segura incluyen:
- Asegurarse de que la piscina esté bien mantenida y que los niveles de cloro sean apropiados, puede contribuir a reducir al mínimo el riesgo de irritaciones cutáneas o problemas respiratorios.
- Para prevenir la contaminación del agua, es importante que el recién nacido use un pañal impermeable adecuado durante las actividades acuáticas.
- Después de las sesiones en el agua, enjuagar al recién nacido bajo la ducha caliente para eliminar cualquier residuo de cloro de la piel.
- Observar atentamente al recién nacido para detectar cualquier signo de irritación cutánea.
En general, si la piscina está bien gestionada y los niveles de cloro se mantienen dentro de los límites recomendados, la actividad acuática puede ser una experiencia segura y beneficiosa para el recién nacido.
¿Cuándo comenzar con el acercamiento al agua?
En teoría, los recién nacidos pueden ser introducidos al agua ya en los primeros días después del nacimiento, pero la mayoría de los padres y de los instructores prefieren iniciar a los bebés en esta práctica alrededor del segundo o tercer mes de vida, cuando el pequeño es más fuerte y ha establecido una rutina de alimentación y sueño.
¿Qué es la hidroquinesiología?
La actividad en la piscina con los recién nacidos, a menudo llamada hidroquinesiología, se centra en el movimiento en el agua y ofrece una serie de beneficios para el desarrollo físico, mental y emocional del bebé. Durante estas sesiones, los recién nacidos pueden experimentar una amplia gama de movimientos y sensaciones en un entorno seguro y controlado, bajo la supervisión de padres o instructores cualificados. La hidroquinesiología puede contribuir al desarrollo de la fuerza muscular, la coordinación y el equilibrio, además de favorecer el vínculo afectivo entre padres e hijos. Es una experiencia divertida y estimulante para ambos y puede crear recuerdos valiosos para toda la familia.
¿Los recién nacidos ya saben nadar?
Los recién nacidos no “saben nadar” en el sentido tradicional del término, como los adultos, pero tienen algunos reflejos y habilidades innatas que les ayudan a sobrevivir en el agua. Aquí hay algunos ejemplos:
- Reflejo de inmersión: Los recién nacidos tienen un reflejo de inmersión innato que se activa cuando son sumergidos en el agua. Este reflejo hace que cierren instintivamente la boca y la nariz, conteniendo la respiración temporalmente. Aunque no son capaces de nadar de manera autónoma, este reflejo puede ayudarles a flotar brevemente y a protegerse de la inhalación de líquido.
- Piel y grasa corporal: La piel de los recién nacidos es más grasosa que la de los adultos, lo que les permite flotar más fácilmente en el agua. Esto, junto con su baja masa corporal, los hace más ligeros y más fáciles de mover en el agua.
- Movimientos instintivos: Los recién nacidos pueden realizar movimientos instintivos en el agua, como mover los brazos y las piernas de manera natural. Estos movimientos pueden parecerse a la natación, pero es importante notar que no tienen la capacidad de nadar autónomamente y siempre requieren la supervisión de una persona adulta.
- Adaptación temprana: Los recién nacidos pueden acostumbrarse al agua desde los primeros días de vida, especialmente si son introducidos gradualmente y de manera segura en entornos acuáticos controlados. La exposición temprana al agua puede contribuir al desarrollo de una mayor confianza y comodidad en este entorno.
En resumen, aunque los recién nacidos pueden mostrar algunos comportamientos que se asemejan a la natación, es importante recordar que no tienen la capacidad de nadar autónomamente y siempre requieren la supervisión atenta de un adulto en el agua.
Temperatura del agua para la actividad acuática de los recién nacidos
La temperatura de la piscina para los recién nacidos es una consideración importante para garantizar su seguridad y comodidad durante las actividades acuáticas. La temperatura ideal del agua para los recién nacidos en la piscina debería estar entre 32-34°C. Esta temperatura es generalmente considerada confortable para los recién nacidos y contribuye a mantenerlos calientes durante las actividades acuáticas.
Atención: los recién nacidos pueden perder calor corporal más rápidamente que los adultos, por lo que es importante asegurarse de que el agua de la piscina no esté demasiado fría. La exposición prolongada a temperaturas del agua demasiado bajas puede aumentar el riesgo de hipotermia en los recién nacidos.
¿Qué llevar a la piscina?
Tener todo lo necesario a mano hará más fácil gestionar el momento del cambio y de la ducha sin estrés para la madre o el padre y el bebé. Las batas de baño son muy prácticas para mantener al bebé caliente y seguro durante el trayecto desde la piscina al vestuario, y tener una segunda bata limpia para ponerse después de la ducha es una gran idea para garantizar el máximo confort. Además, tener pañales impermeables y trajes de baño especiales para los recién nacidos es un “must” para mantener al bebé seco y feliz en el agua. Para proteger la cabeza del bebé del cloro se recomienda un gorro de baño adecuado a su tamaño. Los juguetes flotantes ayudan a entretener al bebé y a hacer la experiencia en el agua aún más divertida. Una bolsa espaciosa servirá para transportar todos los artículos necesarios, incluidos los vestidos mojados y secos de tu bebé.
¡SOS! agua en el oído: qué hacer
- Inclina ligeramente la cabeza del recién nacido en la dirección del oído en el que ha entrado el agua, de modo que pueda salir naturalmente.
- Mantén esta posición durante unos instantes para permitir que el agua se pueda drenar.
- Usa una toalla suave para secar delicadamente el oído externo del recién nacido.
- Evita insertar cualquier objeto dentro del oído para no empujar más el agua hacia el canal auditivo. Si el agua no sale por sí sola, puedes intentar que tu recién nacido se acueste de lado, con el oído que tiene agua hacia abajo. Esta posición puede ayudar a facilitar el drenaje del agua del oído.
¡SOS! El recién nacido ha ingerido agua de la piscina
Intenta evitar que tu recién nacido ingiera el agua clorada. Asegúrate de que su cabeza esté siempre fuera del agua y, si es posible, usa gorros de baño o gorras para proteger su cara y su cabello del agua con cloro.
Seguridad en la piscina
La seguridad del recién nacido en la piscina es de fundamental importancia y hay varias precauciones que se deben tomar para garantizar que la experiencia sea segura y placentera para él.
La supervisión constante es fundamental: asegúrate de que tu recién nacido esté siempre bajo tu estricta supervisión o la de una persona adulta responsable mientras esté en el agua. Mantén una distancia cercana y monitorea atentamente su bienestar durante toda la sesión de natación.
Consejos para el recién nacido en el mar
¡Qué emoción ver a tu recién nacido explorador sumergirse en el mar por primera vez! Nadar con tu bebé entre las olas puede ser una experiencia mágica y divertida para toda la familia. Vístelo con un adorable traje de baño colorido y un sombrero de ala ancha para proteger su rostro delicado de los rayos del sol. Agrega unas gafas de sol lindas y tu pequeño estará listo para lucirse en la playa.
Algunos consejos para el padre o cuidador:
- Toma la mano del recién nacido y guíalo suavemente en el agua poco profunda.
- Deja que sienta la sensación de las olas acariciándolo y que escuche el sonido tranquilizador del mar. Es una oportunidad perfecta para crear recuerdos hermosos y hacerle sentir seguro mientras explora este nuevo entorno. Si tu recién nacido se siente cómodo, disfruta de un tiempo de flotación juntos.
- Sostén delicadamente su pequeño cuerpo y deja que se relaje y se acostumbre a la sensación de flotar en el agua. Es una manera maravillosa de crear un vínculo especial y relajarse juntos.
- Asegúrate de que tu bebé descanse y se hidrate regularmente durante el tiempo pasado en el mar. Hidrátalo adecuadamente y protégelo de los rayos del sol.