Hinchazón de los miembros inferiores y sistema linfático en el embarazo: implicaciones de la terapia manual, prevención de las estrías y consideraciones clínicas

El embarazo representa un momento de profundo reequilibrio fisiológico para la mujer, con modificaciones cardiovasculares, linfáticas, endocrinológicas y cutáneas. Dos fenómenos frecuentemente observados son el edema de los miembros inferiores (en particular piernas y tobillos) y la aparición o acentuación de las estrías (striae gravidarum).

En este contexto, el sistema linfático desempeña un papel central en la regulación del equilibrio de los fluidos intersticiales y en la depuración tisular, lo que hace pertinentes intervenciones como el drenaje linfático manual y las técnicas de cuidado cutáneo. Sin embargo, tales intervenciones requieren una evaluación rigurosa de indicaciones y contraindicaciones, a la luz de las guías clínicas disponibles.

Edema de los miembros inferiores: fisiopatología y consideraciones clínicas

Durante el embarazo, aumenta el volumen plasmático, crece la presión intraabdominal ejercida por el útero grávido y existe una reducción relativa del retorno venoso, además de modificaciones hormonales (entre ellas el efecto de la relaxina sobre los tejidos vasculares) que conducen a una mayor permeabilidad vascular y a la retención hídrica en las extremidades inferiores.

Desde el punto de vista linfático, el exceso de líquidos tisulares, junto con posibles compresiones de vías venosas y linfáticas, puede determinar un enlentecimiento del drenaje y una acumulación intersticial.Las guías del manual profesional indican que el edema fisiológico en el embarazo puede mitigarse mediante decúbito lateral izquierdo (aliviando la presión sobre la vena cava inferior), elevación de los miembros inferiores, medias elásticas de compresión graduada y ropa no restrictiva.

Es fundamental, sin embargo, excluir formas patológicas (ej., preeclampsia, trombosis venosa profunda) si el edema aparece repentinamente, en un solo miembro o si se acompaña de dolor, enrojecimiento o signos sistémicos.

Drenaje linfático manual y masaje en el embarazo: indicaciones y contraindicaciones

El drenaje linfático manual (MLD – manual lymphatic drainage) es una técnica que busca estimular la circulación de la linfa en los vasos linfáticos superficiales y profundos, favoreciendo la eliminación de los líquidos en exceso, reduciendo la sensación de pesadez y potencialmente apoyando la función de depuración tisular.

Estrías (Striae gravidarum): etiología y posibilidades de intervención 

Las estrías representan lesiones lineales del dermis reticular, caracterizadas por alteraciones de las fibras de colágeno y elastina, a menudo tras una distensión cutánea rápida y modificaciones hormonales (ej., aumento del cortisol, liberación de radicales libres) que debilitan la matriz conjuntiva. La incidencia es elevada: aproximadamente el 50–90% de las mujeres embarazadas se ven afectadas.

Desde el punto de vista preventivo, fuentes dermatológicas señalan que actualmente no existe un agente tópico con evidencia clínica sólida para prevenir las estrías. Una revisión Cochrane mostró que la aplicación de preparados tópicos durante el embarazo no ha demostrado eficacia significativa en la prevención de las striae gravidarum. No obstante, mantener una adecuada hidratación de la piel, un aporte nutricional adecuado (vitamina C, E, zinc, proteínas) y un incremento gradual del peso corporal siguen siendo medidas recomendadas para apoyar la salud cutánea. Además, el masaje cutáneo ligero (no invasivo), el ejercicio físico moderado y evitar aumentos rápidos de peso pueden contribuir a mejorar la elasticidad cutánea, aunque no garantizan la ausencia de estrías.

Integración clínica: sinergias entre sistema linfático, edema y modificaciones cutáneas

En el contexto del embarazo, el edema de los miembros inferiores y la formación de estrías son fenómenos que comparten componentes comunes: aumento del volumen de fluidos, menor eficacia del drenaje linfático/venoso, distensión tisular y modificaciones cutáneas. El tratamiento o mitigación del edema — por ejemplo, mediante posicionamiento adecuado, medias de compresión y MLD cuando esté indicado — puede contribuir a mejorar la circulación, reducir la estasis tisular y facilitar una mejor oxigenación y nutrición de los tejidos cutáneos. De este modo, aunque de forma indirecta, pueden también apoyar la calidad de la piel y potencialmente atenuar la severidad de las estrías.
Es esencial aclarar que la presencia de edema o su eliminación no actúa directamente sobre la matriz dérmica deteriorada de las estrías: la componente genética, la variación hormonal y la rapidez de la distensión siguen siendo determinantes.

Conclusiones

En la mujer embarazada, el edema de los miembros inferiores y la formación de estrías constituyen dos aspectos centrales de la adaptación gestacional y representan objetivos complementarios de intervención. El drenaje linfático manual, cuando es realizado por operadores cualificados y en ausencia de contraindicaciones, puede constituir un complemento útil en la gestión del edema, contribuyendo al bienestar materno y a la funcionalidad linfático-venosa. En cuanto a las estrías, aunque no existan intervenciones tópicas universalmente eficaces, el cuidado de la piel, un estilo de vida saludable y la gestión del peso representan pilares recomendados. En todos los casos, la evaluación ginecológica/obstétrica y, si es necesario, la consulta dermatológica o linfológica siguen siendo imprescindibles para un enfoque personalizado y seguro.