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Artículos científicos

Feng shui

FOCUS: Feng shui y cromoterapia
ESTE ARTÍCULO PERTENECE AL PRINCIPIO DEL BIENESTAR DEL BEBÉ: Cuidado y atención cariñosos

Estimados padres,

Cuando pensamos en nuestro hogar, a menudo nos centramos en necesidades prácticas como dormir, comer y organizar el espacio. Sin embargo, no debemos olvidar lo importante que es también el bienestar emocional y psicológico, tanto para nosotros los adultos como para los bebés.

El Feng Shui, una antigua práctica china que significa «viento» y «agua», nos enseña a crear un entorno que no sólo satisfaga nuestras necesidades materiales, sino que también refleje y fomente la alegría, la serenidad y la prosperidad. Este enfoque no es una moda pasajera, sino una disciplina que integra la sabiduría ancestral con los principios modernos del bienestar y la psicología ambiental.

El Feng Shui es una disciplina fascinante que hunde sus raíces en China hace 5.000 años.

Pero, ¿qué significa realmente el Feng Shui?

Imagine disponer de un manual mágico que le explique cómo el entorno en el que vive puede influir en el bienestar físico, mental y emocional de su familia.

Sí, ¡así es!

El Feng Shui es como un puente entre la Arquitectura y la Neurociencia, que ayuda a crear un espacio que potencia el bienestar vital.

No sólo los chinos comprendieron la importancia del entorno. Otras civilizaciones antiguas, como la romana, también sabían lo crucial que era elegir el lugar adecuado para construir ciudades o edificios importantes. ¿Ha oído hablar alguna vez del «Genius Loci»? Los romanos creían que ciertos lugares tenían una energía especial, casi sagrada, que podía influir positivamente en la vida de sus habitantes. Así que ellos también eran un poco Feng Shui, ¿no crees?

La gran diferencia es que, mientras que muchos conocimientos antiguos se han perdido, los chinos han conservado y transmitido su sabiduría a lo largo de milenios. Esto ha permitido que el Feng Shui evolucione y siga siendo una guía inestimable para diseñar y organizar espacios, incluso para los niños.

Mamás, papás, pensad por un momento, ¿alguna vez os habéis dado cuenta de que os sentís diferentes en distintas habitaciones?

Quizá se relajan más en el salón que en el despacho, o viceversa. El Feng Shui le ayuda a entender por qué ocurre esto y le ofrece sugerencias prácticas para mejorar el entorno vital de su familia. No es sólo una cuestión de muebles o colores, sino de energía. Es como si un amigo de confianza te susurrara al oído los secretos para vivir mejor.

No hace falta ser un experto para iniciarse en el Feng Shui. Puede empezar con pequeños pasos: mover un mueble, añadir una planta, cambiar la disposición de la cuna o el cambiador. Observa cómo estos cambios afectan a tu estado de ánimo y, sobre todo, al bienestar de tu bebé. Es un juego divertido que te conecta con el espacio en el que vives. El Feng Shui no es sólo una práctica ancestral, sino una filosofía de vida que puede hacer que cada día sea más armonioso y tranquilo. ¿Por qué no probarlo? Deje que el Feng Shui traiga magia y bienestar a su vida.

Elementi principali

Feng significa «viento» y Shui, «agua». Son los dos elementos principales que, en la naturaleza, dan forma al paisaje y, según la antigua cultura china, se asocian con la alegría, la salud y la prosperidad.

Imagínese crear un entorno acogedor y armonioso para su hijo. Igual que el viento transporta las semillas de las plantas y el agua las nutre, nosotros también podemos utilizar estos elementos para crear una atmósfera serena y positiva en el hogar. Un entorno en el que el viento aporta frescura y movimiento, y el agua representa la calma y el alimento, puede fomentar la abundancia y la estabilidad, favoreciendo no sólo su propio bienestar, sino también el de su hijo.

El Feng Shui se basa en principios derivados de la teoría del Yin/Yang y de la teoría de los 5 elementos, que también son fundamentales en la medicina tradicional china.

El Feng Shui pretende equilibrar la energía de los espacios en los que vivimos. Este equilibrio puede crear un entorno sereno y armonioso, ideal para usted y su hijo. Crear un nido que respete estos principios puede contribuir a un crecimiento feliz y sano, garantizando que su hogar sea un lugar de paz y bienestar para toda la familia.

EL HOGAR

El hogar debe responder a las necesidades prácticas y materiales (amar, crecer, dormir, comer, contener, acoger, etc.), así como a las necesidades emocionales y psicológicas: sentirse más productivo y centrado, comunicarse más con sus hijos, completar lo que ha empezado, hacer que funcione una relación, tener más confianza en sí mismo. ) como a necesidades emocionales y psicológicas: sentirse más productivo y centrado, comunicarse más con los hijos, completar lo que se ha empezado, hacer que funcione una relación, tener más confianza en uno mismo, recibir más escucha y comprensión, mejorar la relación con la comida, dejar atrás el pasado, volver a sonreír, sentirse más cerca de los padres, tener más serenidad en las relaciones, comprender lo que se quiere hacer en la vida, compartir más en casa, ser más fuerte en el trabajo, etc. Diseñar y amueblar una casa para satisfacer estas necesidades implica la aplicación de principios científicos relacionados con la psicología ambiental, la neuroarquitectura y las teorías del Feng Shui.

El Feng Shui traduce estas necesidades en intervenciones concretas a nivel del plano de la casa, la distribución del espacio y el estilo del mobiliario, para que puedan satisfacerse. He aquí cómo:

  1. Productividad y concentración: La ciencia sugiere espacios bien iluminados con colores que estimulen la mente, como el verde y el azul. Los estudios demuestran que la luz natural y el diseño ergonómico mejoran el rendimiento cognitivo y el bienestar mental.
  2. Comunicación con el niño: los espacios comunes acogedores, con muebles dispuestos para fomentar la interacción, pueden mejorar la comunicación. La psicología ambiental indica que los ambientes cómodos y bien organizados fomentan las interacciones positivas entre los miembros de la familia.
  3. Relación: un dormitorio relajante con colores cálidos e iluminación suave puede mejorar la calidad del sueño y la relación. Los estudios demuestran que los ambientes tranquilos y armoniosos favorecen la relajación y la conexión emocional.
  4. Confianza en uno mismo: colocar objetos y fotos que inspiren y recuerden los logros personales puede aumentar la autoestima. La psicología positiva afirma que rodearse de estímulos positivos refuerza la autoeficacia y el bienestar emocional.
  5. Escucha y comprensión: los espacios comunes confortables favorecen el tiempo de calidad en familia. Las investigaciones demuestran que los ambientes acogedores fomentan la comunicación y la comprensión mutua.
  6. Crear un entorno ordenado deshaciéndose de objetos innecesarios. Las investigaciones demuestran que ordenar aumenta la felicidad y el vínculo con tu hijo.
  7. Volver a sonreír: añadir elementos que aporten alegría, como fotos con el bebé, plantas, flores frescas y decoraciones alegres, puede mejorar el estado de ánimo. Los estudios demuestran que el contacto con la naturaleza y la exposición a la luz natural tienen efectos positivos sobre el bienestar emocional.
  8. Compartir en casa: los espacios multifuncionales donde la familia puede realizar actividades en común, como la sala de juegos o la cocina, favorecen la cohesión familiar. Los estudios demuestran que compartir espacios comunes refuerza los vínculos y la comunicación.

LA CAMERETTA

El dormitorio, según el Feng Shui, es el corazón del hogar para el descanso y la regeneración. Organizando la habitación cuidadosamente, con colores cálidos e iluminación suave, podemos ayudar a nuestros pequeños a dormir mejor y más profundamente. Un entorno seguro y acogedor también fomenta un vínculo más estrecho entre padres e hijos, creando un refugio donde puedan crecer y desarrollarse felices y seguros.

Sentirse seguro: para los bebés, es especialmente importante sentirse seguros y protegidos en su entorno. El Feng Shui nos enseña a crear una sensación de seguridad a través del diseño y el mobiliario del hogar. Utilizando formas redondeadas, materiales naturales y espacios bien definidos, podemos proporcionar un entorno que refleje la armonía de la naturaleza y fomente una profunda sensación de bienestar.

Consejos prácticos para aplicar el Feng Shui en casa con su hijo:

Secondo i principi del Feng Shui, l’ubicazione della stanza del bambino all’interno della casa può influenzare il suo benessere e sviluppo. Ecco come puoi scegliere la posizione ideale per la stanza del bambino:

  1. Zona apartada: elija una zona de la casa que sea tranquila y apartada. Esto ayuda a crear una sensación de seguridad e intimidad para el niño, permitiéndole sentirse seguro y protegido.
  2. Orientación este: preferiblemente, sitúe la habitación del niño en una parte de la casa orientada al este. Esto le permitirá beneficiarse de la energía armoniosa del sol naciente, que se considera un momento de nueva energía y crecimiento en el Feng Shui.
  3. Ventanas orientadas al este: asegúrese de que las ventanas de la habitación estén orientadas al este. Esto permite que tu hijo se despierte con la luz natural del sol matutino, que es beneficiosa para su ritmo circadiano y su bienestar general.
  4. Seguridad y confort: crea un entorno que transmita seguridad y confort. Utiliza colores suaves y relajantes, evitando demasiados elementos estimulantes que puedan perturbar el sueño o la tranquilidad del niño.
    Armonía con la naturaleza: integrar elementos naturales en la decoración de la habitación o materiales naturales. Estos elementos pueden ayudar a crear un ambiente sereno y acogedor, en armonía con la naturaleza.

Para garantizar una colocación óptima de la cuna, el cochecito o la cuna del bebé según los principios del Feng Shui, aquí tienes algunos consejos detallados sobre la colocación de la cuna, el cochecito o la cuna del bebé:

  1. Distancia a la puerta: la cuna debe colocarse lo más lejos posible de la puerta principal de la habitación. Esto ayuda a que la energía (Ch’i) que entra en la habitación sea moderada y no demasiado intensa.
  2. Evitar debajo de las ventanas: asegúrate de que la cuna, el moisés o el cochecito no se colocan directamente debajo de una ventana. Esto es importante para evitar que la energía vital se pierda durante la noche e interfiera en el sueño y el bienestar del bebé.
  3. Espacio: mantén el espacio alrededor de la cuna, la cuna y el cochecito libre de objetos voluminosos. Esto favorece la libre circulación de la energía (Ch’i) en la habitación, promoviendo un ambiente armonioso y relajante.
  4. Espacio debajo: asegúrate de que no haya objetos ni debajo de la cuna, la cuna y el cochecito durante la noche. Según el Feng Shui, las energías descargan en el suelo y cualquier obstrucción bajo la cama podría dificultar este flujo natural, afectando al sueño y al bienestar.

CURIOSIDAD:

El término «Ch’i» en relación con el feto puede interpretarse de diferentes maneras, principalmente en el contexto de la medicina tradicional china (MTC) o de la filosofía china.

REPRESENTA la energía vital que fluye por el cuerpo. Durante el embarazo, se cree que esta energía influye en el desarrollo del feto y en la salud de la madre. La teoría sostiene que un flujo armonioso de Ch’i es esencial para el bienestar general durante el embarazo.

Los EQUILIBRIOS en Ch’i pueden influir en el crecimiento y desarrollo del feto. Prácticas como la acupuntura y la fitoterapia se utilizan para restablecer el equilibrio energético durante el embarazo con el fin de promover la salud materna y fetal.

El bienestar energético de la madre puede influir directamente en el feto (VÍNCULO PRENATAL). Mantener un Ch’i equilibrado mediante una dieta sana, ejercicio moderado y prácticas de relajación puede ser importante para favorecer un desarrollo fetal óptimo.

Orientación

Además de la posición física en la habitación, la orientación de la cuna, la cuna y el cochecito puede influir en la energía y las emociones del niño. He aquí algunas consideraciones sobre las orientaciones cardinales:

Cabeza al Norte: favorece la tranquilidad y puede ser útil para combatir el insomnio. Sin embargo, si el niño ya es muy tranquilo por naturaleza, puede que no sea la orientación ideal.

Cabeza Norte-Este: energía vibrante, pero puede no favorecer un sueño reparador y aumentar la frecuencia de los terrores nocturnos.

Cabeza al Este: posición ideal para el niño, ya que favorece la energía dinámica y el crecimiento. Es especialmente útil si el niño es un poco inseguro, ya que le infunde confianza.

Cabeza hacia el Sureste: favorece la creatividad y la sociabilidad, pero menos que la orientación Este. Puede ser beneficiosa para una vida activa y estimulante.

Cabeza Sur: Enérgica y cálida, pero puede no favorecer un sueño profundo y tranquilo, pudiendo inducir hiperactividad en niños predispuestos.

Cabeza Sur-Oeste: aumenta la cautela y el estado de alerta en el niño, favoreciendo la concentración, especialmente en niños que se distraen con facilidad.

La posición y orientación de la cuna del niño, según el Feng Shui, puede influir positivamente en su sueño, bienestar emocional y desarrollo. Tenga en cuenta las características específicas de su hijo y adapte el entorno a sus necesidades individuales. Crear un entorno armonioso y acogedor no sólo favorece el sueño de su hijo, sino que también contribuye a su crecimiento y desarrollo en un ambiente tranquilo y positivo.

A la hora de diseñar la habitación de su hijo, la elección de los materiales desempeña un papel fundamental en la promoción de un entorno armonioso y saludable. Por eso la madera es el material más recomendado.

Ventajas de la madera…

La madera es un material natural que no altera el campo electromagnético, lo que contribuye a crear un ambiente tranquilo y relajante ideal para el descanso de tu hijo.

Formas redondeadas: los muebles de madera con formas suaves y redondeadas y esquinas redondeadas son especialmente recomendables. Este tipo de diseño no sólo es estéticamente agradable, sino también seguro para el niño, reduciendo el riesgo de accidentes.

Colores claros y superficies no reflectantes: opte por colores claros y superficies mates o no reflectantes. Esto ayuda a mantener un ambiente sereno y tranquilo, evitando una estimulación visual excesiva que podría perturbar el sueño del niño.

Suelo de madera natural: un suelo de madera natural permite que la energía (Ch’i) fluya libremente en la habitación, reduciendo el estancamiento y favoreciendo el intercambio de aire. Su superficie cálida contribuye a equilibrar al niño, evitando la acumulación de cargas electrostáticas que podrían provocar nerviosismo y ansiedad.

Absorción de humedad: la madera tiene la capacidad de absorber la humedad del ambiente, mejorando la calidad del aire y contribuyendo a la purificación del aire en la habitación infantil.

Materiales a evitar: no se recomiendan las camas metálicas, ya que el metal es un conductor de energía que puede interferir en el sueño del niño. La energía puede rebotar en el metal en lugar de descargarse en el suelo, creando un entorno de sueño menos estable.

CURIOSIDAD:

En los años setenta, cuando el Feng Shui hizo su gran entrada en Occidente, empezando por Estados Unidos, ocurrió algo… bueno, digamos peculiar. Imaginemos que los primeros consultores de Feng Shui, armados con miles de años de sabiduría oriental, se encontraron de repente vendiendo amuletos mágicos y ensalzando las virtudes esotéricas de fuentes y campanas. Era como ver a un gurú del yoga anunciando «clases de estiramientos místicos con una pizca de magia».

Estos pioneros del Feng Shui no se contentaban con transmitir la profundidad de esta disciplina milenaria; no, tenían que convertirla en una moda de revista brillante, una tendencia comercial ya hecha para los salones de Occidente. Y así, el Feng Shui se trivializó hasta tal punto que la gente empezó a pensar que practicarlo significaba simplemente decorar la casa con muebles y objetos chinos, llenarla de fuentes, campanas y cristales, todo destinado a convertirse en guardapolvos olvidados en alguna estantería.

Y no olvidemos las extrañas reglas que se propagaron. Como: «¡Debes orientar absolutamente la cabecera de la cama hacia el Norte!» o «¡Evita absolutamente las camas de hierro, traen mala suerte!». Era como si el Feng Shui se hubiera convertido en un concurso, en el que solo había que seguir estas extrañas directrices para ganar.

En resumen, el verdadero Feng Shui no tiene nada que ver con estas tonterías de catálogo. Es una disciplina profunda que trata de la armonía entre el entorno y nuestras vidas. No se trata solo de estética, sino de energía y bienestar. Así que, la próxima vez que veas un cristal brillante o una campanilla tintineante, recuerda: ¡el verdadero Feng Shui es mucho más que simple «bling bling» oriental!