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Artículos científicos

Optimización ergonómica del rincón de lactancia: un enfoque postural y osteopático

FOCUS: Lactancia
ESTE ARTÍCULO PERTENECE AL PRINCIPIO DEL BIENESTAR DEL BEBÉ: El mejor alimento desde el principio

La lactancia, aunque es un acto fisiológico primordial, implica un considerable esfuerzo muscular y articular por parte de la madre. La creación de un rincón de lactancia óptimo, que responda a necesidades ergonómicas precisas, se vuelve fundamental no solo para la comodidad de la madre y del recién nacido, sino también para prevenir problemas musculoesqueléticos que podrían manifestarse a largo plazo. El concepto de Nursing Station (estación de lactancia) representa el espacio dedicado al apoyo de esta actividad, que debe concebirse de manera que facilite una postura correcta y minimice el riesgo de sobrecarga muscular y articular.

La importancia de la ergonomía en la Nursing Station

En promedio, un recién nacido se alimenta entre 8 y 12 veces al día, pero cada bebé tiene su propio ritmo. La duración de cada toma puede variar según diversos factores, como la capacidad de succión del bebé y la composición de la leche materna. La mayor parte de la leche se ingiere durante los primeros 7 a 10 minutos de la lactancia; por lo tanto, muchos bebés completan la toma en menos de un cuarto de hora. Durante este periodo, es común que el bebé se duerma y se despierte varias veces. Esto obliga a la madre a mantener una posición estática durante un tiempo prolongado, lo que incrementa el riesgo de sobrecarga muscular y de problemas articulares si no se presta atención a la postura. Precisamente porque en la estación de lactancia se pasan largos periodos de tiempo, es esencial asegurar una organización eficiente del espacio y una correcta gestión postural.

La elección del espacio destinado a la lactancia depende de múltiples factores, entre ellos los hábitos de la madre, la distribución de los espacios del hogar y la disponibilidad de apoyos ergonómicos adecuados. No existe un lugar ideal que sirva para todas, pero es fundamental que el entorno sea seguro, cómodo y tranquilo, de modo que permita a la madre mantener una postura correcta y relajada.

Un entorno diseñado ergonómicamente favorece el mantenimiento de una postura fisiológica, reduciendo el riesgo de trastornos musculoesqueléticos. Esto no solo aumenta la comodidad de la madre, sino que también estimula la producción de oxitocina, una hormona clave para la lactancia. La oxitocina, de hecho, facilita la expulsión de la leche y refuerza el vínculo madre-hijo (bonding), ayudando además a reducir los niveles de estrés.

Elementos esenciales en el rincón de lactancia

Un área dedicada a la lactancia, diseñada de forma ergonómica y funcional, debe contar con todos los elementos esenciales para garantizar el máximo confort de madre y bebé, tales como:

  • Cojines de apoyo: un cojín de lactancia permite mantener al bebé a la altura del pecho, reduciendo la tensión muscular en el cuello y los hombros de la madre.
  • Accesorios para higiene y confort: una toallita para manejar los regurgitos, un babero para el bebé y una manta o bufanda para protegerse del frío durante las tomas nocturnas.
  • Hidratación y nutrición: un recipiente con agua y un snack ligero (frutos secos, fruta fresca, chocolate) son útiles para mantener a la madre hidratada y bien alimentada, ya que la producción de leche implica un alto gasto energético.

 

Principios ergonómicos de la lactancia materna

Una ergonomía adecuada durante la lactancia es fundamental para el confort de la madre y la prevención de trastornos musculoesqueléticos. Aquí algunos consejos esenciales:

  • Postura erguida y con apoyo: se recomienda mantener la columna vertebral en posición erguida, respetando su curvatura fisiológica natural. Un adecuado soporte de las áreas lumbar y cervical es fundamental para prevenir dolores agudos o crónicos.
  • Alternancia de posiciones: la lactancia debe realizarse alternando ambos senos, con el fin de garantizar un equilibrio postural y reducir el riesgo de sobrecarga muscular unilateral. Esta práctica favorece una estimulación equilibrada de la producción de leche y alivia la tensión en la columna vertebral.
  • Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento: la realización regular de ejercicios de estiramiento para la columna y de fortalecimiento para los músculos del tronco y hombros es esencial para prevenir tensiones musculares y mejorar la resistencia física.
  • Técnicas de relajación: la respiración profunda, el mindfulness o el yoga son útiles para reducir el nivel de estrés y favorecer la liberación de endorfinas y oxitocina, mejorando la experiencia global de la lactancia.

 

Trastornos dolorosos comunes asociados a la lactancia
Los problemas musculoesqueléticos más frecuentemente observados durante el período de lactancia incluyen:

  • Dolor de espalda: una postura incorrecta o la permanencia prolongada en una misma posición pueden causar dolor agudo o crónico en la columna vertebral, especialmente en las áreas lumbar y cervical. En algunos casos, los discos intervertebrales pueden verse afectados, provocando radiculopatías.
  • Dolor cervical: la sobrecarga del raquis cervical, en combinación con la tensión muscular, puede inducir rigidez, espasmos musculares y dolor.
  • Cefalea cervicogénica: las tensiones musculares en el cuello y los hombros pueden causar cefaleas de tipo tensional, debido a la compresión de estructuras musculares y nerviosas.
  • Pulgar de la madre: esta condición dolorosa se manifiesta por la sobrecarga de los tendones del pulgar, causada por movimientos repetidos de agarre y levantamiento del bebé.

 

Recomendaciones posturales 
  • Mantenimiento de una postura neutra: la columna vertebral debe mantenerse en posición fisiológica, con el tronco erguido y los segmentos cervicales y lumbares correctamente alineados. El uso de una silla ergonómica, junto con cojines de apoyo, puede prevenir la aparición de dolor muscular y articular.
  • Alineación del cuello y cabeza del bebé: durante la lactancia, el recién nacido debe mantenerse en una posición que evite torsiones del cuello. La cabeza del bebé debe estar alineada con su cuerpo, evitando movimientos forzados que puedan comprometer la eficacia de la succión y causar molestias a nivel cervical en la madre.
  • Apoyo para brazos y muñecas: el uso de un soporte adecuado para brazos y muñecas reduce la compresión de los nervios periféricos y minimiza el riesgo de desarrollar síndromes por sobrecarga, como el síndrome del túnel carpiano o tendinitis por sobrecarga de los músculos flexores.

 

Un rincón de lactancia optimizado posturalmente es esencial no solo para el confort inmediato, sino también para el bienestar a largo plazo de la madre. Prevenir problemas musculoesqueléticos durante este período delicado es fundamental para asegurar que la lactancia sea una experiencia placentera y sin dolor. En caso de dolor persistente o severo, se recomienda consultar a un osteópata especializado para un tratamiento personalizado y específico.