El recién nacido en el mar: termorregulación y sobrecalentamiento

Artículo creado sobre la base de las RECOMENDACIONES DE LA SOCIEDAD ITALIANA DE PEDIATRÍA

Los bebés y la termorregulación en verano. ¿Qué necesita saber?
También debemos recordar que los niños tienen una termorregulación diferente a la de los adultos, por ello, es importante prestar atención a la temperatura del agua. Los recién nacidos sufren más con el calor. Después del baño, ducha al bebé con agua dulce y sécalo bien porque el agua salada y la arena en contacto con la piel húmeda pueden aliviar la irritación de la piel. De hecho, los recién nacidos respiran rápidamente y tienden a perder muchos líquidos y calor a través del aliento y la piel. Estos fenómenos también están relacionados con la termorregulación, que en el recién nacido aún no está desarrollada y no ofrece un equilibrio en la dispersión y evaporación de líquidos.

¿Está bien que el niño use un sombrero y una camiseta en la playa?
Cuando el niño juega en la playa es una buena idea que lleve un gorro, siempre que sea muy ligero, de algodón o de fibras naturales. Otras telas pueden retener el calor, lo que puede hacer que tu cabeza se sobrecaliente. Una camiseta de algodón puede ser útil porque reduce el riesgo de quemaduras solares, pero no es suficiente: aún se debe aplicar protector solar en la piel (a menos que elija una camiseta hecha de una tela específica, eficaz como protector solar).

¿Qué son las consecuencias de un golpe de calor y cómo evitarlo?
Las enfermedades por las altas temperaturas pueden ser causadas por calor intenso, humedad, lugares cerrados, mala ventilación y ropa gruesa. Para evitarlos es importante: hidratar a los niños, no exponerlos demasiado al sol, vestirlos adecuadamente con colores claros, utilizar gorros ligeros en los días de mucho calor, utilizar protectores solares y mojar frecuentemente la cabeza y el cuello con agua fresca si expuesto al calor durante mucho tiempo. En los días calurosos o húmedos, lo mejor es limitar el movimiento, ir a sitios frescos y fuera del sol, y dejar que descansen y se hidraten inmediatamente cuando se sientan acalorados.